Bulletproof Vests vs Plate Carriers

Chalecos antibalas vs. portaplacas

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A pesar del odio de los medios de comunicación hacia el AR-15 en su cruzada por presentarlo como el arma más violenta y destructora de la civilización desde la bomba atómica, es de hecho esta humilde pistola la que ha causado más muertes en Estados Unidos. Según el FBI, el número de personas asesinadas anualmente por rifles de cualquier tipo desde 2015 nunca ha superado las 500; mientras tanto, el número de personas asesinadas por pistolas promedia más de 6000 al año.

Por lo tanto, estadísticamente, si trabajas en defensa de personas, propiedades o en cumplimiento de la ley, es estadísticamente más probable que te disparen con un rifle de 9 mm que con uno de 5.56 de un AR-15. Esa es solo una de las razones por las que usar un chaleco antibalas blando es más práctico para los civiles que un chaleco antibalas.

La movilidad y la comodidad también influyen en el tipo de chaleco antibalas que debes usar. El 99.9% del tiempo, realizarás tus actividades diarias: caminar, sentarte, estar de pie e ir al baño. ¿Preferirías hacerlo con una armadura de placas pesada y rígida de Nivel IV o con una armadura flexible de Nivel IIIA? A diferencia de un portaplacas, un chaleco antibalas blando te permite flexionar el torso, lo cual es ideal para recoger objetos, sentarte en un escritorio o moverte de cualquier manera. Aquí tienes algunos ejemplos en los que una armadura blanda sería más beneficiosa que un portaplacas duro:

Guardias de seguridad

Seguridad en eventos en conciertos o festivales:

Un guardia de seguridad que trabaja en un concierto o festival concurrido necesita movilidad, agilidad y capacidad para moverse con rapidez entre grandes multitudes. Un chaleco de Nivel IIIA facilita la movilidad y reduce la fatiga durante turnos largos, lo que le permite responder a incidentes, escoltar a los asistentes o asistir en evacuaciones sin sobrecarga.

Seguridad en el comercio minorista:

En un entorno minorista, el personal de seguridad a menudo necesita mimetizarse con los clientes y estar preparado para posibles amenazas. Un chaleco de Nivel IIIA puede llevarse discretamente bajo la ropa, lo que proporciona protección sin alarmar a los clientes ni dar al guardia una apariencia excesivamente militarizada, algo que sí podría ocurrir con un chaleco de Nivel IV.

Portero de discoteca:

Un portero de una discoteca puede enfrentarse a la amenaza de pistolas o cuchillos, pero es poco probable que se enfrente a disparos de fusil. Llevar un chaleco de Nivel IIIA proporciona suficiente protección a la vez que mantiene un perfil bajo. La flexibilidad del chaleco permite al portero interactuar con los clientes y moverse con libertad en espacios reducidos, como pistas de baile abarrotadas.

Patrullaje de edificios de oficinas:

Los guardias de seguridad que patrullan edificios de oficinas u otras propiedades comerciales deben moverse por escaleras, ascensores y pasillos estrechos. Un chaleco IIIA proporciona protección contra amenazas comunes, a la vez que permite a los guardias maniobrar con facilidad y comodidad durante turnos largos.

civiles

Protección personal en zonas de alta criminalidad:

Un civil que viva o trabaje en un barrio con alta tasa de delincuencia podría optar por usar un chaleco IIIA para mayor protección contra las amenazas de armas de fuego. Su diseño ligero y flexible lo hace práctico para el uso diario, ya sea para desplazarse al trabajo, hacer recados o caminar de ida y vuelta a un coche aparcado.

Defensa del hogar durante disturbios civiles:

En situaciones de disturbios civiles, un civil podría optar por usar un chaleco IIIA mientras se queda en casa o protege sus bienes. Este chaleco ofrece protección contra las amenazas más comunes, como las balas perdidas de pistolas, a la vez que permite al usuario mantener la movilidad y la comodidad, a diferencia del engorroso y restrictivo portaplacas de Nivel IV.

Patrulla Comunitaria o Seguridad Voluntaria:

Los civiles que participan en programas de vigilancia vecinal o se ofrecen como voluntarios para la seguridad comunitaria durante eventos podrían optar por un chaleco IIIA. Este chaleco ofrece un equilibrio entre protección y portabilidad, lo que les permite patrullar su comunidad o supervisar eventos sin el volumen ni la visibilidad de un portaplacas de Nivel IV.

Periodistas que cubren protestas o situaciones inestables:

Los periodistas suelen encontrarse en entornos impredecibles donde es posible el uso de armas cortas o objetos contundentes. Un chaleco de Nivel IIIA proporciona la protección necesaria, permitiéndoles moverse con rapidez y discreción, recopilar información e interactuar con multitudes sin la molestia de un chaleco pesado.

En todos estos escenarios, la naturaleza liviana, flexible y discreta de un chaleco de Nivel IIIA lo convierte en una opción más práctica que un portador de placa rígido de Nivel IV, que es más adecuado para operaciones militares o tácticas de alto riesgo.


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